1/08/2015

¡Nunca persigas a un hombre!

Tuve una compañera en la universidad que era una acosadora de hombres...y, ¡de las buenas! Era del perfil tipo Glen Close en Atracción Fatal. Acosaba sin ningún pudor. Se empleaba a fondo.  

En la carrera sacaba unos suspensos de órdago, pero en la asignatura del acoso y derribo: SOBRESALIENTE. Y, ¿cómo iba a aprobar si centraba todas sus energías en un hombre?

La tía era más organizada y letal que la mejor agente de inteligencia de la CIA, que haya existido jamás.  

Por cada víctima tenía una ficha tipo que constaba de diferentes apartados: mail, teléfono, domicilio, grupo de amigos, lugares de alterne asiduos y aficiones. Su cuaderno de notas era una obra de arte de perfiles y retratos robot, de sus sujetos de estudio.
Confieso que, de un modo retorcido, hasta la admiraba.

Presencié, con una mezcla de vergüenza-morbo-horror-regocijo, episodios varios de: persecuciones, mails, mensajes y llamadas a las víctimas. Y lo único que conseguía era espantarlos aún más si cabe.

Pero María, ¿no crees que te estás pasando? Se va a dar cuenta de que lo persigues – me aventuré a decirle en una ocasión, cuestionando su modus operandi.
–¡Qué va! Si él no se entera. Yo únicamente “me hago la encontradiza” respondió María en tono autosuficiente.
Esto...María, ¿la encontradiza? Pero si vive en un caserón en las afueras, con un camino de cabras como único acceso...
–¡Chica, Alex! ¡Qué cerrada de mente eres! El sabe que tengo perro…y lo lógico es que de paseos ¿no? Pues dos y dos suman cuatro. No sé donde ves el problema.

Y lo decía con tanta seguridad que hasta cuestionabas tu forma de actuar…¿Seré una sosa? ¿Tendría que ser más proactiva con los hombres?

Lo peor es que ella no era consciente de ello. Simplemente pensaba que era una mujer de su tiempo y, además, muy aplicada en el refinado arte de la conquista.

Puede que no te veas reflejada en esta historia, ya ves que el caso de María es de juzgado de guardia. Era una acosadora de nivel 1. Pero has de saber que, también, existen las perseguidoras en encubierto (Nivel 2). Son aquellas que traspasan tímidamente la delgada línea entre mostrar interés hacia un hombre y perseguirlo sutilmente. Y no quiero decir con esto que tú seas una de ellas...¿o, sí?



NUNCA, NUNCA, NUNCA...pero ¡NUNCA!, PERSIGAS A UN HOMBRE.


Lo dicen los antropólogos, los psicólogos y las abuelas: el rol masculino es el de cazador y el femenino el de presa. Ante esta máxima...¿qué puedes hacer tú? Muy sencillo. Facilitarle la caza al intrépido cazador. DÉJATE CAZAR.

Y bueno, me dirás: ¡Si yo no persigo!
Sí, sí...yo también lo pensaba, pero analizándolo con perspectiva, a día de hoy, puedo decir con orgullo, que en la época del Dragon Khan entré en el selecto club de las perseguidoras en encubierto. Y todo fue muy sutil, apenas imperceptible, ni era consciente de ello...que eso fue lo peor.

Soltera, treintañera y con todo el mercado masculino de mi ciudad por descubrir. 
Al principio gestionaba bien mis romances, pero cuando conocí a Gabi me metí en arenas movedizas. La conexión con el fue inmediata, era el candidato perfecto para construir el esquema de vida que ansiaba y, encima, me llegó al corazón. 
Como tenía ansiedad por conseguirlo, poco a poco fui cometiendo pequeñas meteduras de pata, las que me alejaban cada vez más de él. Y al sentirlo más lejano, intentaba acercarme más...un bucle, vamos.

Pero te adelanto que hay una parte positiva en esta historia, y es que, aunque en la primera etapa de nuestra relación fui una perseguidora nivel 2, luego le di la vuelta. Y lo hice porque me encontré a mí misma. 
Ya te iré contando más sobre esto, te va a encantar.

En esa época, además, entró en juego el peor legado que nos ha dejado la tecnología en la historia de la soltería: EL WHATSAPP. Una bomba en mano de las perseguidoras. Esta bendita aplicación, sin apenas darte cuenta, te puede hacer cometer pequeñas “cagadillas” que a la larga pueden tener un efecto devastador. Una herramienta diabólica para las ansiosas y el vía crucis de muchísima gente. Dedicaré un post en exclusiva sobre “Cómo sobrevivir al Whatsapp”.

Quiero hacer hincapié, en que tienes que ser consciente de que todas somos susceptibles de convertirnos, de forma transitoria,  en perseguidoras. Estamos a cinco malos mensajes de Whatsapp, de ello. Es más difícil mover bien las fichas con quien realmente te importa. Ahí está el verdadero reto. Y para ello no queda otra que construir tu eje desde los cimientos.

Repito: DÉJATE CAZAR, no caigas en arenas movedizas.
Tanto si eres una perseguidora de nivel 1 ó nivel 2, los pasos a seguir son los mismos:
1. Toma conciencia de que lo eres.
2. Reinvéntate.
3. Reformula tu plan de acción.
4. Deja que sea él, el que te persiga.

En los siguientes post iremos desarrollando la estrategia para que consigas todo esto.






2 comentarios:

  1. Me considero perseguidora encubierta (nivel 2)
    De hecho, a mi me gusta una persona, pero yo solo deseo vivir un affaire o romance intenso y apasionado. Ya saben, solo sexo.

    Una forma para que me vea, es haciéndome la encontradiza. Pero lo mio es justificado porque yo tengo que ir al lugar en cuestión al menos una vez al mes. El es médico y yo estoy en un tratamiento mensual contra la alergia.
    Entre nosotros ya hubo algo de atracción. El es un tipo atractivo, aires de galán, seductor, con mirada caliente, pero es casado. Si me anime a este jueguito es porque intuí que el puede acceder porque es un tipo que mira sin disimulo ya sea los senos o el trasero y le gusta coquetear. Aunque también es distante y mal genio. Típico aires de histeria.
    Así que en ese sentido tengo que forzar un poco las cosas, ya que no hay manera de encontrarme con el en otro lugar seguro.

    No se justifica que vuelva a ir a su consulta, porque las indicaciones me las dio hasta por lo menos fines de año. Tengo su teléfono (que me lo dio el mismo por correo) pero no tengo excusa para llamarlo, una vez le envié para su cumpleaños desde un número desconocido un mensaje enviado anónimamente diciéndole que es atractivo y que es una de mis más ansiadas fantasías.
    No se si sospecha que soy yo. Tal vez si hace memoria a cuantas personas le dio su celular, capaz que recuerde que me lo dio en una oportunidad, y relacione ese mensaje con mis aires de coquetería con el en la consulta. Por ese lado, es posible que me relacione, pero por otra parte, ¿Cómo voy a saber yo - una paciente común y corriente - la fecha de su cumpleaños si no somos amigos y no tengo por qué saberlo?

    Tengo que encontrármelo por lo menos unas dos o tres veces más, saludarlo amablemente y con una sonrisa, cuando me lo encuentre "accidentalmente" y ver si me corresponde en amabilidad. Si no, me olvido del asunto.

    Hasta que se familiarice conmigo, y yo verme muy atractiva, (para que me quede mirando) y el que la sigue, la consigue!

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  2. Me considero perseguidora encubierta (nivel 2)
    De hecho, a mi me gusta una persona, pero yo solo deseo vivir un affaire o romance intenso y apasionado. Ya saben, solo sexo.

    Una forma para que me vea, es haciéndome la encontradiza. Pero lo mio es justificado porque yo tengo que ir al lugar en cuestión al menos una vez al mes. El es médico y yo estoy en un tratamiento mensual contra la alergia.
    Entre nosotros ya hubo algo de atracción. El es un tipo atractivo, aires de galán, seductor, con mirada caliente, pero es casado. Si me anime a este jueguito es porque intuí que el puede acceder porque es un tipo que mira sin disimulo ya sea los senos o el trasero y le gusta coquetear. Aunque también es distante y mal genio. Típico aires de histeria.
    Así que en ese sentido tengo que forzar un poco las cosas, ya que no hay manera de encontrarme con el en otro lugar seguro.

    No se justifica que vuelva a ir a su consulta, porque las indicaciones me las dio hasta por lo menos fines de año. Tengo su teléfono (que me lo dio el mismo por correo) pero no tengo excusa para llamarlo, una vez le envié para su cumpleaños desde un número desconocido un mensaje enviado anónimamente diciéndole que es atractivo y que es una de mis más ansiadas fantasías.
    No se si sospecha que soy yo. Tal vez si hace memoria a cuantas personas le dio su celular, capaz que recuerde que me lo dio en una oportunidad, y relacione ese mensaje con mis aires de coquetería con el en la consulta. Por ese lado, es posible que me relacione, pero por otra parte, ¿Cómo voy a saber yo - una paciente común y corriente - la fecha de su cumpleaños si no somos amigos y no tengo por qué saberlo?

    Tengo que encontrármelo por lo menos unas dos o tres veces más, saludarlo amablemente y con una sonrisa, cuando me lo encuentre "accidentalmente" y ver si me corresponde en amabilidad. Si no, me olvido del asunto.

    Hasta que se familiarice conmigo, y yo verme muy atractiva, (para que me quede mirando) y el que la sigue, la consigue!

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